miércoles, 8 de diciembre de 2010

PLANETA PROHIBIDO – PASÁBAMOS POR AQUÍ Y…

Afiche norteamericano de un clásico
El reciente fallecimiento de su protagonista, LESLIE NIELSEN, obliga a cambiar ligeramente mi programación. Esta semana tocaba disparar algunas pildoritas sobre THE EXPENDABLES, la última “Stallonada”, pero no creo que este retraso menoscabe (más) el artefacto del lucimiento de esa cuadrilla de héroes ajados e hinchados con una bimba de inflar ruedas de bicicleta.
El caso de Nielsen es un tanto singular. Aunque su rostro lo pudiéramos localizar en los más disparatados escenarios (en BONANZA, en MASH, malo en algunos westerns…), actor que protagonizó o coprotagonizó cierto número de películas (como FORBIDDEN PLANET), y que estuvo a punto de interpretar a MESSALA en el BEN-HUR de WILLIAM WYLER (con MARLON BRANDO de Ben-Hur), habría de ser una película “de tercera” (ATERRIZA COMO PUEDAS) la que le catapultó a la popularidad. Caso el suyo podría ser el de SEAN CONNERY (asombrosamente mucho más conocido por LOS INMORTALES que como JAMES BOND para una generación más reciente) o aun CHRISTOPHER LEE, que en los últimos años están (o estaban) conociendo cotas de notoriedad superiores a las de su juventud. Engranados en la dinámica estilo LA FUGA DE LOGAN de u obtienes el triunfo antes de los veinticinco, o te sometes al Sueño, y con la que tanto nos bombardean desde los distintos anuncios televisivos, apreciar que un señor mayor-mayor alcanza la gloria con “esa edad”, es cosa que rompe la norma a la que tiránicamente nos están sometiendo y con extraña finalidad.
Cartelera promocional del DVD. La
carita de LESLIE NIELSEN lo dice
todo: ¿adónde me he metido?
Nielsen terminó de consagrarse para el gran público, pese a arrastrar esta activa carrera cinematográfica, con la trilogía de AGÁRRALO COMO PUEDAS, papel que no obstante le encasilló en un estereotipo explotado hasta el hartazgo y con irregulares resultados después, forzando una maquinaria que funcionó en un momento determinado y guiada por ciertos autores, pero que reventó en manos de imitadores.
Caso de que alguien lo ignore, en Planeta Prohibido Nielsen encarna a un comandante de una astronave/OVNI que llega a Altair 4, siguiendo el rastro de una expedición fracasada dos décadas antes. Para justificar su paga, deciden investigar qué pasó allí. En cierto modo, Planeta Prohibido parece un borrador de STAR TREK (aun su nave ‘tiene’ “rasgos” de la ENTERPRISE), y apuntala algunos de los elementos de esa serie: los héroes espaciales, la patrulla por las fronteras del incierto imperio humano, la oficialidad con unas características que les llevan a protagonizar momentos de encono, etc. La bienvenida al planeta se la da el altanero y rimbombante DR. MORBIUS (esta referencia se me escapó cuando hice la reseña sobre MORBIUS, el VAMPIRO VIVIENTE –coñazo-, una de esas tantas que el inefable ROY THOMAS tomó para darle consistencia al puré), que te apisona con su uso criminal de la grandilocuencia fonética y las consonantes isabelinas.
La nave de los buenos. De imagen del terror procedente
del Cosmos, a sigul del progreso colonizador humano
(EL EXTRAÑO, un personaje de ésos de MARVEL que lo puede todo y lo tiene todo, y anda loco queriendo eliminar la Tierra, parece basado en la interpretación de WALTER PIDGEON; sino, echadle un vistazo.)
ANN FRANCIS pone el toque fetish-feminino para que la cosa no parezca cuestión de intrépidos muchachotes expuestos a ciertas habladurías. Como su padre, el apisonador Morbius, ALTAIR es fría, arrogante, y sus arrebatos emocionales carecen de auténtica pasión. No importaba: luciendo palmito en minifalda, ya iba que se mataba.
ROBBIE EL ROBOT y ALTAIR. Los GINGER
y FRED del espacio exterior
¿Y qué decir de ROBBY EL ROBOT, el MICHELÍN de las estrellas? Otro pedante que se movía menos que las Cariátides del Partenón. Se le había pegado toda la tontería de Morbius y además estaba ensamblado con las TRES LEYES A, lo cual lo hacía inmune a la mala conducta. Por eso, en el momento crítico, se le funden los plomos, con lo cual podemos decir que, con ayudas como la suya, no necesitamos lavativas.
Compite en estulticia con el cocinero de la nave, el alivio cómico que debe desengrasar los minutos de tensión que flotan en el metraje, amenazando nuestra cordura. Al parecer, juzgaron los productores, este personaje era poco payaso. Necesitaban un tontaina de refuerzo.
Lo más llamativo de esta cinta de 1956 es lo poco futurista que es. Al parecer, la historia la escribieron dinosaurios anteriores a H.G. WELLS o JULES VERNE. Cuando se ponen a relatar sobre sus prodigiosos artefactos “del futuro” suerte tienen de contar con una pantalla de TV para ver el sol al que se aproximan. Luego iban escaldados con los “arrasadores” (que disparaban píldoras de dibujos animados por la DISNEY) y cuatro tonterías más que deslucen al género, más que “avalarlo”. ¿Acaso no podían pegarse un voltio por las revistas de ciencia ficción de su tiempo? Fijo que en ellas encontrarían cosas que les recalentarían los sesos. Planeta Prohibido en vedad permite sospechar que era un western que se truncó, donde han cambiado a los indios acechando desde las colinas por un ente invisible pero no menos fatal que anida en las neuras de Morbius, como antaño se ocultó en la raza superior que gobernó el planeta hasta su brusca extinción. Tiene toda la pinta de eso (aparte de una cuestión de cicatería presupuestaria): no cuajó como historia del Oeste (por saturación quizás) y antes de perder la posibilidad de filmarla, le dieron esa pátina de futuro con un vago aspecto a novelas de HEINLEIN sobre soldados espaciales todopoderosos.
Abismos de vértigo. Una imagen que JACK KIRBY explotó
En un estricto ambiente de “prodigios del futuro”, sus responsables se han quedado cortitos. ¿Quizás Planeta Prohibido en su momento causó leve desilusión entre los aficionados, que debían conformarse contemplando esa maquinaria aparatosa, los abismos de vértigo (recuperados en las entrañas de LA ESTRELLA DE LA MUERTE), alucinarlo con el Michelín mecánico y deleitarse con las curvas de la Sita Francis? Por otra parte, como vehículo de evasión sin duda funcionó bastante bien y hoy día es uno de los referentes del género, pese al considerable manojo de torpezas que contiene, tanto en diálogos, como interpretaciones y “máquinas del futuro”.
Y hay gente a la que le asombra saber que FRANK DREVIN comandaba esa nave (y llegaba a buen puerto).
Leslie Nielsen en la gloria. La cató antes de
tiempo
De lo más irritante de la película es lo pedantes que son sus personajes. Morbius es el emperador absoluto, pero a veces el actor que hace de OSCAR GOLDMAN, el jefe de EL HOMBRE DE LOS SEIS MILLONES DE DÓLARES, y el otro menda con galones rivalizan por superarle. ¡Y con qué entusiasmo entra Nielsen en la liza!
Y la banda sonora, hermano, ¡vaya compendio de sonidos espeluznantes! Qué manera de asociar disonancias como ciencia ficción. Pero ¿de dónde sacaron esa maldita idea?
Vuestro Scriptor.