lunes, 29 de abril de 2013

LA LEGIÓN DE LOS CONDENADOS — PRIORITARIO: CONTARLO

Portada de la edición española de los
60, obra de J. PALET

Hoy, una de nazis auténticos, tras un repaso al impacto del III Reich en dos relatos de ficción. SVEN HASSEL (orillemos la controversia biográfica presente en WIKIPEDIA sobre él) narra sus experiencias como soldado combatiente durante la Segunda Guerra Mundial en un Batallón Disciplinario que trabó numerosos combates en suelo ruso, principalmente. Tejió una urdimbre que dio para catorce novelas donde relataba ese convulso tiempo junto a camaradas que, a su vez, pintaban un retrato del género humano muy en la línea, qué curioso, de los cuentos de GIOVANNI GUARESCHI.

Estos sujetos mezclaban lo más grandioso, lo desprendido, del Hombre, con lo desalmado y cruel, frisando el sadismo. No perseguían heroísmos, pero la situación se los imponía. Aun el mismo autor, en La legión de los condenados, describe dos momentos de inexcusable conducta en un ser humano, experiencias que, de poseer la suficiente moral, procurarían una perdurable acidez de remordimientos, insomnio, deseos de enmendar tal daño, largos años.

SVEN HASSEL por aquella época; sufrió una lesión ocular
durante la guerra y tenía que llevar esas gafas oscuras
Las novelas de Hassel siempre han gozado de gran éxito en nuestro país; al parecer, en el extranjero también. Pienso se debe a su estilo para describir los terribles acontecimientos de los que fue tanto testigo como participante, huyendo de fatuas florituras literarias que sólo logran ofuscar, empleando una expresiva y comunicativa prosa que permite empatizar con los sucesos descritos y sus protagonistas.

Hassel de uniforme alemán; al asalto de
Europa y lo que siguiera después. Aquellos
tiempos inspiraban esas ideas como buenas
La legión de los condenados, como ‘toma de contacto’ con la Alemania nazi, permite apreciar, y contrastada con SIN NOVEDAD EN EL FRENTE (novela antibélica con la que la narración de Hassel guarda aun demasiadas similitudes), que el régimen de HITLER no era un sistema político destinado a construir, pese a un comienzo que trajo bonanza, aparentemente, al pueblo germánico. Era una colosal trituradora de carne humana que despreció incluso los despojos.

El protagonista de Sin novedad en el frente relataba los espantos bélicos y la estupidez sanguinaria de la guerra, esta materia tan peculiar aneja al Hombre, porque indeseable per se por sus estragos, a veces es necesaria (a preguntarse cuándo y qué baremo lo establece), así como un clima de opinión extendido por la Sociedad de su época, y no sólo ceñida a Alemania, que celebraba la Guerra como un suceso glorioso, y morir en combate, máxima loa/aspiración del sujeto, como si así te pasaportasen ipso facto a Valhalla, o reino fantástico similar, donde disfrutabas de placeres sin cuento. ROBERT A. HEINLEHIN, en TROPAS DEL ESPACIO, creó un símil: hacer el servicio concedía la ciudadanía, un presunto estatus superior del individuo ante la colectividad. (¿O un canto al individualismo americano frente a la masa aborregada?) Podías votar. Ergo: decidir, expresarte.

Compendio foráneo de las novelas, con portadas modernas.
(Lo de las runas de las SS no me cuadra, la verdad)
Hassel cuenta que el estructurado y sofisticado aparato nazi gobernante (elegido democráticamente, no olvidemos) buscaba la tacha más mínima-nimia de tu currículum para triturarte en los campos de trabajo. Hassel se consumió en dos antes de pasar al 27 Regimiento Disciplinario Blindado, donde conoció a los héroes del resto de sus obras: el OBERST MANFRIED HINKA, el OBERSTLEUTNANT ERICH VON BARRING, el OBERFELDWEDEL WILLIE BAIER, el UNTEROFFIZIER HUGO STEGE, el STABSGEFREITER GUSTAV EICKEN, el OBERGEFREITER ANTON STEYGER, el UNTEROFIZZIER BERHNARD FLEICHSMANN y el GEFREITER ASMUS BRAUN (¡vaya!, no cita a JOSEPH PORTA, tan fundamental en las novelas), recordando a EVA SCHADOWS, ÚRSULA SCHADE y BÁRBARA VON HARBURG.

Fotograma de LOS PANZERS DE LA MUERTE; las novelas
han sido adaptadas al cine. Pero éste filme, en particular, es
para echar a correr y en todas direcciones a la vez
Los nazis, revela, tenían un delirante plan de purificación que perseguía la abstracta consolidación del Reich Milenario. Pero descubres que toda esa estructura en verdad cuanto buscaba era el aniquilamiento masivo de naciones enteras. Que el mayor estrago recayese en los judíos fue una consecuencia “natural” del pensamiento reinante entonces. El antisemitismo (tan vivo como siempre hoy día) fue un mecanismo práctico para que ADOLF Hitler y sus compadres alcanzaran el poder, señalando a los judíos como fuente sin fin-sin fin de calamidades arias. Eso vendía.

Pudiera ser, incluso, que más allá de una pose racista estética (un vago desdén clasista), ninguno de esos capitostes odiase realmente a los judíos. Pero se percataron/aprovecharon del histórico sentimiento general de repulsa para rapiñarlos hasta la última consecuencia.

Otra cubierta patria; la guerra no es ese
lugar divertido de los videojuegos
Al resto de Europa le importaba poquísimo la suerte judía; en Norteamérica, ídem. Los relatos de barbaridades y atropellos apenas conmocionaban al pueblo.

Pero la maquinaria nazi (y es lo que Hassel denuncia, sobre todo, en esta novela) no picaba sólo judíos, que pudieron haber sido condecorados héroes de la Primera Guerra Mundial; se cebó en cuanto “elemento perturbador” señaló. Con malsano espíritu democrático, abrió los KZ a todo el mundo, y proveyó a sus ocupantes de tales brutales tareas que sólo se podía sucumbir. Jamás se esperó otra cosa. No se accedía a amnistías o liberación. Una vez tras estas alambradas, sólo era cuestión de tiempo reventar.

Para Hassel fue, por tanto (contados los excesos de Lengries y Fagen, campos en marcha casi desde el primer instante del gobierno nazi), suerte que lo transfirieran al 27 Blindado. Al menos, en la atrocidad del combate (¡qué ironía!) tenía una oportunidad de supervivencia negada por sus diversos y sádicos carceleros.

La COLECCIÓN RENO ofreció un
surtido de libros de una Historia no
muy conocida, negada por Hollywood
Su relato siempre reincide en gestos de heroísmo, de compañerismo (quizás éste sea el principal mensaje que encierra el libro también) y brutalidad. Es marco para denunciar que los nazis empezaron a aniquilar a los alemanes no judíos antes que a éstos. Y que la URSS era igual que la Alemania nazi, por mucho que sus próximos hayan querido negarlo al resto del mundo. Presentaban una situación de opresión universal tan sólo distinta por el uniforme y el idioma. Pero el método, las víctimas, eran idénticas.

La legión de los condenados además muestra la versión de la Historia hurtada por Hollywood con apoyo gubernamental. Hollywood, como espectacular HERODOTO moderno, planifica una sucesión de “hechos históricos” que desposeen al alemán de humanidad, presentándolo ora senil, ora estúpido, ora sádico. Hassel escribe sobre hombres aplastados por circunstancias que les daban a elegir cómo querían morir, y la feroz batalla, desprovista de ideología (sólo era defensa propia), aun de odio contra el enemigo, servía para arañar una hora de vida a la ejecución.

Interesante documento histórico de un segmento de la Historia que la Propaganda del vencedor, por mor de sus intereses, nos ha estado ocultando, en resumen.

Vuestro Scriptor.

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