miércoles, 5 de junio de 2013

1963 — QUIS CUSTODIET IPSO CUSTODES/1

Releer estas andanzas me provocó este
salpullido de letras. La portada es de
DON HECK, creo. Qué mala es
Vamos a contemplar este análisis desde tres aspectos básicos: el político, el social (que incluye lo económico) y el gráfico, partiendo de un conjunto de historietas de MARVEL, en concreto, de IRON MAN. En 1963, magnicidio de JFK aparte, van apareciendo en la CASA DE LAS IDEAS diversos personajes que fundamentarán su reputación editorial y serán sus soportes cara al futuro.

Me voy a permitir la licencia de incluir en ese listado, sin interés exhaustivo, a LOS 4 FANTÁSTICOS y EL INCREÍBLE HULK, aunque ambos procedan de 1962, pues forman vértebras de una “columna vertebral” ‘sociopolítica’ de Marvel que respaldaba la postura civil norteamericana durante la Guerra Fría (léase: “Rusia Roja mala, ¡América aplasta!”). Hoy nos coge todo eso lejos y casi sin significado, pero fueron años en los que la extinción nuclear era un peligro cierto y quizás para el día después.

JACK KIRBY a la portada. Todas las
historietas de esta época concurren en dos
factores: la Guerra Fría y el armamento y...
Para entender la (relativa) trascendencia de esta digresión debemos contextualizar un poco. (Este comentario no va a salvar tu vida, quiero decir.) Excluyendo la citada Guerra Fría, estaba Vietnam en marcha, así como el brote de distintas revoluciones o cambios sociales. Indecisamente, el inútil movimiento beatnik metamorfoseaba en el estéril movimiento hippie, mientras que los sólidos baluartes conservadores empezaban a agrietarse pese a que, por fuera, revistiesen férrea firmeza.

Y para terminar de comprender qué pretendo con este análisis, desmentir la extendida opinión, fomentada por los ardientes exegetas de Marvel, de que la Casa de las Ideas está, como ninguna, pegada a la realidad moral y social del mundo. Es cierto que contempla ciertos ángulos del superheroísmo con un rigor más estricto que DC COMICS. El Universo Marvel lo puebla una Sociedad cínica que reconoce el esfuerzo y sacrificio de los superhéroes tanto como la Amenaza ensombrece las calles, pero caen en recurrente ingratitud apenas todo ha pasado. (En THE AVENGERS, esto aparece.)

...los monstruos alucinantes. La fantasía
estaba desbordada, cierto, pero ¿qué clase
de fantasía era; qué calidad poseía?
En el Universo DC sienten un constante respeto y agradecimiento por las figuras que salvan al mundo de las distintas Amenazas que lo asedian en cada episodio. (Inferimos que son personas bien nacidas, esto es.)

Voy a soslayar el anquilosamiento en que DC (pese a que algunas de sus colecciones fueron el motor que originó la Marvel Revolution) había caído y al que NEAL ADAMS se referiría. Con mayor audacia y riesgo, el del “nada tengo que perder”, Marvel estaba innovando, presentando iconos listos a atrapar un delta masivo de chavales ávidos de espectaculares fantasías capaces de distraerles de una cotidianeidad abrumadora o ramplona, hacerles sentir héroes quince minutos. También fue simiente para reputadas firmas actuales que han perpetuado los mitos o han incorporado nuevos al firmamento de estos héroes (como HELLBOY).

Otra portada de Kirby: en MARVEL era
"o todo, o nada"; la alta apuesta se ha
saldado con un éxito quizás inédito en la
Historia de la Historieta
En DC, se supone, vivían de la ambrosía dispensada por SUPERMAN y WONDER WOMAN, e importaba un ardite si sus aburridas aventuras (sometidas por el COMIC CODE) se despreciaban aun para envolver pescado en el mercado. No había otra cosa y tanto Superman, como BATMAN, o Wonder Woman, eran figuras intocables de resistencia legendaria al erosivo paso del tiempo. Parecían pura antientropía.

De Iron Man marca su génesis, escrita por STAN LEE y LARRY LIEBER (ambos hermanos), y dibujada por DON HECK, un capital episodio de la Historia norteamericana: Vietnam. El conflicto todavía no había “detonado” con la virulencia que el cine nos ha trasladado, pero empezaba a enquistarse. Es éste un ejemplo perfecto de la hemiplejia como funciona Marvel, la tan pegada a la realidad: Iron Man surge de los manglares del sudeste asiático cuando el rico-playboy-inventor ANTHONY STARK es víctima de una emboscada del Viet-Cong. Esto debería traumatizar al personaje decisivamente. Pero en las siguientes aventuras del ferroso héroe, Vietnam ni se cita.

¡Más Jack Kirby! Fijáos con atención en las
figuras heroicas: parecen suplicarle a LOKI
(abrumado por esa larga cornamenta) que
no los reviente a hostias...
El origen de Iron Man roza un infantilismo crédulo que, de representar realmente la global mentalidad del estadounidense, hace creer en los milagros. De otro modo, no se explica su supervivencia.

TONY Stark va a Vietnam para ver que sus armas matan, pero no masacran bastante. (Esto está muy bien contemplado en ese momento, por cierto; luego, sería un baldón social del que Tony difícilmente se repondrá.) Herido de metralla y, cerca de la muerte, preso del patán líder comunista WONG-CHU (un tiranuelo de opereta), y ayudado por el noble profesor YINSENG (no todos los amarillos son malos, es el discurso), crea una tosca armadura con numerosos gadgets salvadores, sin embargo. Y acude a erradicar la dictadura kung-fu de Wong-Chu (atentos) oculto bajo una gabardina y un sombrero, en plan DARKMAN.

En esta plancha: WONG-CHU, el hombre
que pudo ganar la guerra de Vietnam con
kung-fu. Las pavas dicen: "
Toma, mira,
ERROL FLYNN". Pues, no, es TONY
STARK
El imponente genio de Stark y un afán humano de revancha, junto a un sentimiento de ofensa por las tropelías de Wong-Chu, se siente tan acomplejado luego que debe viajar bajo un disfraz mundano. La primera incoherencia típica Marvel.

En los siguientes episodios, Iron Man topa con extraterrestres y civilizaciones subterráneas hostiles. La atenta lectura de esas descabelladas andanzas permite ver qué al albur, ilógicas e improvisadas eran las tramas y qué corto su sustento intelectual.

Si hubiera indiscutibles pruebas de vida alienígena, y beligerante además, toda la cultura e industria mundial se modificaría. En cambio, tan radical proceso jamás sucede en el Universo Marvel. Todo transcurre de modo tan ligado a nuestro ahora que desmiente con rotundidad la trascendencia figurativa de ese Cosmos.

Ya sólo la presencia de una civilización subterránea como la mencionada trastocaría numerosas rutinas. Pero consta un antecedente que demuestra qué nula ambición posee la capacidad imaginativa de los responsables de Marvel: NAMOR.

La tosca primera armadura de IRON
MAN; el detalle: la última viñeta: 
who ist DARKMAN? (manda webos.
¡Viva la imaginación a raudales!)
Sabiendo que existe el inestable monarca de la Atlántida, y más este vasto continente sumergido, ¿no se actuaría, política, bélica y socialmente, de manera distinta? El ejemplo está en la Guerra Fría: se animaba al ciudadano común a delatar a otro paisano que le pareciera un rojo. La neurosis, o psicosis, que esto causó en Norteamérica también está retratada en bastantes filmes. Así que pensemos que hay aliens malvados rondándonos: ¿cómo cambiaría, de un día para otro, nuestro mundo? ¿Hemos olvidado las secuelas del 11-S 2001 ya?

Pero en Marvel Vietnam no puede ser ganado por estos vistosos uniformes que, por responsabilidad cívica, respondería a una ardiente llamada patriótica; el Hombre no pisará la Luna hasta 1969. Todo el deslumbrante genio de Stark, REED RICHARDS, aun VICTOR VON DOOM, queda en un milagrillo, o dos, confinado en los muros de sus laboratorios. En nada benefician al común mundial. ¿Te parece algo coherente?

(Terminará aquí)

Vuestro Scriptor.