jueves, 2 de febrero de 2012

LOS INHUMANOS (PACHECO, LADRONN, MARÍN) – DEBES LA CARNE

La portada nos asegura que en la cúspida
del poder se está muy solo y silencioso
CARLOS Pacheco y RAFAEL Marín, ya inscritos en la Historia de la Historieta, aportan, junto a JOSÉ OMAR Ladronn y JORGE PEREIRA LUCAS, otro jalón en las andanzas de Los Inhumanos, los singulares personajes creados por STAN EL HOMBRE LEE y JACK EL REY KIRBY (estaban generosos ese día con los alias), relato que destaca por poseer un empaque, peso y profundidad propios de la vieja, corrosiva, zalamera y cítrica Europa, complementado por la riqueza que aporta una considerable cantidad de lecturas, bien asimiladas.
Según delata Pacheco en el prólogo, la trama que presenta este volumen de pastas duras, presidido por un RAYO NEGRO, Rey de los Inhumanos, de gélida mirada (¿o es abrumada?), pasó por distintos tamices, lo cual puede inducir la sospecha de que mucho, y quizás muy bueno, fue cercenado en la “mesa de montaje” de MARVEL, al estimarlo inapropiado. Cosa de idiosincrasia: en Europa tendemos a ser cínicos (y los españoles, socarrones), y la dureza cáustica de ese ‘sentimiento’ quizás sea demasiado para la CASA DE LAS IDEAS (de MICKEY MOUSE) y los Marvel ZOMBIES.
Esta saga además constata la sed de STAR-LORD que ambos tienen. Cierto es que ese FAETÓN de guardería da para relatos (según, claro está, quien los escriba, y Marín y Pacheco podrían hacerlo eficazmente) que, por desgracia, aún no han sabido darle.
RONAN EL ACUSADOR; donde
RAYO NEGRO es abnegado y noble,
este KREE se muestra implacable y
retorcido, indigno de su estatus
Pero, ciñéndonos al tema, resaltar que, al instante, captura el interés el dibujo. Ladronn se lo curra, condensando en páginas de hasta trece viñetas las directrices del guión, por Marvel obligado a estar comprimido debido al recorte del argumento y los números a publicar. Esto no le impide mostrarse detallista en su arte, donde imperan sombríos rostros, espejo del abatimiento interno y la angustia de verse obligado a cumplir tareas desagradables que se agravan por la certeza de que no existe empatía por la suerte que corra el autor de tales hechos.
La labor de Ladronn (sobre bocetos de Pacheco, ¿no?), de marcado aire a JUAN GIMÉNEZ, o HUMANOIDES ASOCIADOS, es conspicuo. Sus planchas producen (sana) envidia y seducen a proseguir la lectura mientras reclaman atención sobre éste o aquél detalle. De esto también son culpables los guionistas (supongo que más Marín, al trabajar en un terreno muy familiar para él: la ciencia ficción), quienes se percataron de cuánto grandioso podían aportar a la mítica de la colección, “donándole” un vasto compendio de sus filias, acaso algunas fobias, destinadas a compadecernos de los Inhumanos, estirpe sin suerte y similar destino al de los Mutantes X, estigmatizados y perseguidos por su singularidad por la Humanidad.
Ante toda gran mujer, hay un hombre.
Esta vez, MEDUSA, esposa de Rayo
Negro, y su única confidente
Ampliando esta labor gráfica está el triste color que lo baña, un complemento a lo poco optimista trama, cuyo engañoso final parece una concesión al espíritu necesariamente obligatorio de “happy end” que impone cierta imagen de cómo América se vende al mundo. Quizás ésta sea una de las tantas enmiendas que sufrió el argumento original.
La obra también permite apreciar cómo se ha combinado los caracteres, un tanto histriónicos usuales de estos enmascarados, con los rasgos más profundos de la épica estelar, las naves de asalto aparatosas, las exóticas civilizaciones y las grandes conjuras feudales tipo DUNE, ejecutadas por secundarios abyectos y que explotan al máximo los anhelos de RONAN de resurgimiento de los vencidos KREE. El antaño prestigioso señor de la guerra cósmica ahora es un paria, una alimaña acosada, casi a punto de tener que buscar un GRAN REFUGIO oculto donde sepultar su linaje para que pueda sobrevivir (no vivir) igual que los Inhumanos, esa antigua alteración humana producida por su raza como un arma a emplear en sus vastas y viejas rencillas espaciales.
Los Kree han perdido la guerra, mas no ese arsenal. Y Ronan piensa usarlo para asestar un último golpe. Y si bien éste no restauraría la gloria de su imperio astillado, sí consumiría esta “nueva Galaxia” en un paroxismo de guerra total que aniquilaría al emergente imperio SHI´AR y truncaría las aspiraciones del planeta SPARTAX. Con tal meta, Ronan transforma ATTILAN en trasunto de LA ESTRELLA DE LA MUERTE, y siembra el terror, calculadamente, por los remotos pagos fronterizos marcados por los nuevos amos del Cosmos.
Una de las muchas y elaboradas
planchas que contiene este tomo,
labor de JOSÉ LADRONN
Sus maquinaciones afectan al núcleo de Inhumanos que conocemos, y permiten a los autores desarrollar detalles de ese ‘sesgo cínico’ del Viejo Continente al que aludía (Pacheco admite: “(…) los yanquis aún se mueven por entre las brumas de los bosques encantados de los hermanos Grimm”). Y sus secuelas aparecen en la melancólica expresión de KARNAK quien, emporcado tras una de sus misiones asesinas, siente su moral doblegada, hundido en la inmundicia de una trinchera.
Pero, como engranaje de la ambiciosa conjura de Ronan, se ve obligado a cumplir su nefasto e innoble cometido por la misma y aplastante razón que Rayo Negro, monarca que sacrifica su individualismo por mor de la salud de sus súbditos (ciertos reyes podrían aprender de él). Ambos comprenden qué flagelo castigaría al pueblo si se rebelan y oponen. Así que se tragan su considerable y candente orgullo y obran como otro menudo mecanismo en la miserable conjura. Y lo peor de ella es comprender que, una vez se consuma la devastación, serán implacable y vilmente descartados, como basura, por Ronan, altivo racista estelar que inflama su perorata de grandeza, imperio, justicia y graves propósitos, pero que actúa como un depravado, vil canalla.
Esta portada, de JUAN GIMÉNEZ para la
saga de los METABARONES, os puede
servir de referente sobre una de las
tantas influencias vertidas en el tomo
Obra que exhala grandiosidad (y acción, evasión, sublecturas, fantasía, emociones…), muestra también la forma, un tanto ingenua quizás, como Norteamérica (o cierta Norteamérica) entiende el mundo. Por eso hay tantos cantos al individualismo y la libertad ‘a la americana’ en sus planchas, una imposición que el que pone los cuartos, Marvel, exigiría para dejarla vivir. Ignoramos hasta qué punto producir esta obra fue tarea placentera, decepcionante, o tortuosa, para sus autores (para Ladronn, fijo que tormentosa: ¡precisó ayuda!), pero les queda el haber contribuido a la leyenda con su labor y la posibilidad de que, en el futuro, ésta sea objeto de referencia, y más alabanza.
Como última nota observar que JASON de Spartax llegará a ser Star-Lord en otra saga. Pareciera, esta imagen final, un oblicuo tributo a LONE RANGER A(otra querencia individualista USA), pero el personaje, Star-Lord, es filia de Marín y Pacheco, y que encaje con la imagen del jinete errante cabalgando hacia el ocaso en el horizonte se debe a la universalidad del arquetipo.
Vuestro Scriptor.
Documentación adjunta: