domingo, 25 de septiembre de 2016

RECALIBRADOS — LO NUNCA CONTADO

En este momento se pusieron en
marcha fuerzas narrativas que llegan
hasta la actualidad
Que mañana esté en venta Soguetto estimula este comentario sobre su “secuela”, Recalibrados. ¿Por qué escribir su precuela, cuando lo lógico sería lanzar la secuela? La culpa recae en GABRIEL T, el genio adolescente protagonista.

Veréis: para Recalibrados necesitaba un malo. Auténtico. DE VERDAD. Un par de sujetos se apoderan de tal rol en ese hardboiled distópico donde fui centrando la trama, más que en una investigación con suspense (algo que admito se me da fatal), en el entorno donde se desarrolla la acción. El Valle, una megaurbe contaminada a extremos increíbles, obligaba a los seres humanos a estar recalibrados con nanobots para sobrevivir al tóxico ambiente. Lo ignoraban: pero seguían siendo esclavos del clima sociopolítico que creó Soguetto. Eso lo tuve claro en todo momento.

Esos malos propuestos no tenían, pese a su pelaje visto de lejos, la calidad que deseaba. Por algún motivo, JOHN FORSON (y su peligrosa hermana, LIANA, la MUJER DE CUERO), no estaba “disponible” en ‘ese momento’. (Ambos “ensayaban” para LAS GRAVES PLANICIES. —No poderlos sacar en Recalibrados me persuadió, por sus características, que debían ser los malos por antonomasia de toda historia, siempre que su decurso no terminara matándolos. Sí. Ajá. Otra vez los Forson. ¿Por qué no? Tienen solera. Swin. Lo que daría más de uno por tenerlos en nómina—.) Estaba esa tesitura: ¿qué malo, de los que dejan huella, podía suplir la ausencia de los Forson?

Y el responsable de todo, aquí presente;
maquinando desastres
Cuando llegó el momento, del tirón, sobre la marcha: ¡Gabriel T! Ya está. Tengo malo. Le doy un enfoscado aparente, dice algunas cosas siniestras, lo paseo lo justo para hacerse el enigmático, sin que se note su provisionalidad, ¡y asunto resuelto!

Empero la antropología de El Valle, cómo VIC V evitaba ser descubierto pasma corrupto, introducir prohibiciones tan llamativas como que no se podía ser homoX, me forzaban más a trabajarlos que el ente Gabriel T en sí. Después, idiosincrasia de algunos personajes de novela, Gabriel empezó a “reclamar” presencia. Protagonismo.

Había otra cosa: El Valle, la divergencia entre las estirpes humanas, la Impura de El Valle y la Purificada de El Monte/Marte, por qué unos son superelitistas, los otros se desesperan por revivir, con gran periodicidad, Década 80, idear un lenguaje freakie que se opusiese al culterano de los Probetas… merecían detallarse. Había multitud de datos medio esbozados que poseían un núcleo de intensa fuerza. No podían dejarse al albur.

Y estaba ese ‘pormenor’: FUERZA, la otrora IA regente (comprobaréis cuánto en Soguetto) halló aliens hostiles mientras vagaba por el Cosmos. Su amenaza obligó a las divergentes razas humanas, separadas por el Cisma, a reconciliarse lo justo como para combatir ese peligro. (Eso será contado, Dios mediante, en otra novela.)

Y, de un modo muy elíptico, también
esta novela posee elementos que remiten
a
RECALIBRADOS
Todo esto iba construyéndose alrededor de Gabriel. Él, según relata en Soguetto cómo le va día-a-día, cuenta el porqué de las prohibiciones más pintorescas de El Valle. Así pasó de ser un malo/secundario nebuloso a responsable, incluso, de la génesis de El Valle. Gran parte de esa megaedificación es culpa suya. Sienta sus bases. Define, desde el caótico magma de violencia que es la pura encarnación de Soguetto, lo que conoceremos como El Valle de Recalibrados. (Era, por cierto, su título original.)

Gabriel es de los personajes más singulares de mi creación. Comparte con los Forson el que, de guest starring, pase a prota. Los Forson también ‘surgen’ para cubrir una suplencia. Hoy causan problemas hasta a mi favorita, BIANCA BLAZE. Gabriel es de considerable importancia en esta quimérica construcción de ‘una historia de la frontera’, siendo padre de varias líneas narrativas más.

Sobre secuela de Recalibrados… Bueno, ahora caigo: LA CAÍDA DE BABILONIA lo es.