domingo, 31 de julio de 2016

MICHAEL A. STACKPOLE — EL CHURRERO DE LA CIENCIA FICCIÓN

MICHAEL A. STACKPOLE. Desde el
punto de vista crematístico: sí,
querría ser él. Desde el de legar obras
que me inmortalicen, por su estilo,
por ejemplo, no tanto
Cuanto más he leído de este señor es su nombre en lo que parece ingente cantidad de libros de temáticas de género pero distintas colecciones. Desde ampliaciones de juegos de rol a STAR WARS, imagino que también STAR TREK si se tercia, y cualquier añadido del sword-against-sorcery que el editor de turno considere oportuno.

¡Aclamemos al versátil autor! Es como un jeep: todoterreno que transita las escabrosidades de los argumentos citados a voleo y a los que se adapta con capacidad líquida, más que plástica habilidad. Tanto le da escribir sobre bárbaros rompecráneos que de Jedis con tendencias Sith o trekkies confusos con la talla de su pijama espacial. Lo aborda sin problemas. Su truco: tiene una máquina similar a la del churrero. Pero en vez de arrojarle masa, le echa pasta de papel y un par de diccionarios con rimas concluyentes, gira la manivela un rato y, he voilá!, novela del tema sugerido. ¿Misterio? ¿Complicación? Ninguna.

Esto justifica que sea tan prolífico. No sé cuánto ganará un escritor como él. Parece que bastante. Hasta supongo tendrá un hueco preferencial en las convenciones, donde lo asaeteen a preguntas tontas los freakies acostumbrados a torturar así a los profesionales inmersos en la movida. Demandas idiotas sobre disfraces y relaciones o concordancias poco concordantes, personajes muertos que no encajan luego con una futura referencia. Hasta pueden tenerle un reverente respeto, porque ha estampado su firma en la Leyenda. Ha participado en su ampliación. Alguna de sus ideas hasta pueden verse reflejadas ora el juego, ora la película, ora el cómic adaptando no sé qué.

Un primer ejemplo de la reseña;
ahí está: aupado al Mito...
pero no como creador original
La actividad de Stackpole no es deshonrosa, dentro de la Literatura. Tiene cientos de precedentes. Les contratan por su talento camaleónico y capacidad para ofrecer una sabrosa comida rápida, mas no alimenticia. Un ejemplo magnífico a citar: LIN CARTER y SPRAGUE DE CAMP. Tenían algo propio, de escasa repercusión; sólo subiéndose al coche fúnebre de los apuntes que ROBERT E. HOWARD dejó sobre CONAN, han pasado a la Leyenda.

Estos escritores surten las librerías y las querencias de los aficionados desde un competente pero plano/inocuo estilo literario cuya fuerza radica en eso: su versatilidad. No tiene complicaciones, carece de personalidad, se moldea al encargo sin dificultad. Stackpole nunca dejará una obra que le inmortalice por las cualidades que sí hacen Legendarios a los escritores que definimos como Clásicos; entre ellas: emplear las palabras para causar emociones.

Son Clásicos porque abordaron un tema tabú, o la bordaron con un llamativo estilo genuino, un uso particular de la prosa (o el verso). Nos animan a ser únicos, individuos, sujetos. No masa. Y, sin embargo, los editores matan (carreras literarias) por tener impersonales escritores/camaleones en nómina que no aporten realmente nada a las Letras. Parecieran temer el individualismo literario. El carácter. La firma. El Estilo. ¿Por qué? Debe ser, en el fondo, doloroso ser Stackpole, comprendiendo todo esto.

¿Complicaciones, él, con las colecciones?
Ninguna. Baila todas las tonadas
Los que amamos las Letras me entenderán enseguida. Los que agradecen las grandes descripciones y personajes, los párrafos epatantes, las urdidas analogías, la greguería, el barroquismo en prosa. Vamos a encontrar en Stackpole (hay más como él; de vez en cuando, una Firma de Renombre aporta un texto porque es un capricho personal, a la vez que un intento del editor por prender a lectores exigentes) a alguien que llena el buche en plan comida china. Dentro de dos horas: volverás a tener hambre.

Dignifico su esfuerzo; ya digo, muy constante y diversificado. Pero condeno su falta de estilo. Personalidad. Corre el riesgo de ser mencionado en el futuro como un activo juntaletras con cierto donaire. Mientras, “tirados” como EDGAR RICE BURROUGHS, o LESTER DENT, seguirán marcando estilo y recuerdo. Generando comentarios.

viernes, 22 de julio de 2016

EQUILIBRIUM — SIGUEN PINTÁNDONOSLO NEGRO

Monocromático afiche que recuerda al
primero de
THE MATRIX
La no muy tardía publicación de mi distopía hard boiled tribalpunk SOGUETTO enlaza con el comentario que quiero realizar sobre este filme lleno de (disparatada) acción  y una puesta en escena que bebe de todos los manantiales del subgénero. Ligeramente puestos en él, distingues al punto cosas de 1984 y FARENHEIT 411, envolviendo una idea que se desmonta apenas paras un instante a reflexionar sobre ella, tumbando a continuación el conjunto de la vehemente película.

Destinada al aparente lucimiento físico en las artes marciales de CHRISTIAN BALE, que seguía mesomorfo tras el rodaje de AMERICAN PSYCHO (digo yo), acaso encarando su futuro papel de BATMAN, roles intermedios entre tanto. No creo, repito no obstante, que la cinta fuese directamente preparada para que este actor se mostrase MASTER DEL UNIVERSO del kung-fu. El papel sugiere lo reclamaba.

Nuestro héroe con uniforme/sotana que parece propio de
un vigilante de
LA FUGA DE LOGAN, y su compañero
Es el CLÉRIGO JOHN PRESTON en una Sociedad distópica relativamente cercana a la nuestra, con vagos visajes steampunk. En este mundo (dominado por el PADRE, el remedo del GRAN HERMANO orwerlliano), las emociones están prohibidas. Sentir lleva a guerrear, y guerrear lleva al páramo madmaxiano. Así que las han abolido. Hasta la música está prohibida. Cada ciudadano (con unos atuendos/uniformes de colores apagados que inhiben asimismo la ostentación o el capricho, la tentación de sentir) ingiere a determinada hora del día un veneno que le inhibe los sentimientos.

Y van como zombis, aunque con cierto poder de criterio. Aplastando las emociones que no sean la obediencia absoluta a esta extraña ortodoxia y cuyas metas se hacen difusas según las vas planteando dentro de tu cabeza.

Ese tío de las pantallas agobia al inexpresivo personal que
pasea por la apabullante Mega City sin emociones visibles.
Gracias por la idea a GEORGE ORWELL
Preston extermina a los herejes que, en un Submundo tipo DEMOLITION MAN, se las apañan por perpetuar toda nuestra cromática variedad actual. Empero, por un error, Preston olvida tomar el zumo. Y una explosión de sensaciones le pone el dial de la conducta en REBELDÍA.

Lo siguiente ya podemos imaginarlo: el conflicto de Preston, entre obedecer-pelear contra la ortodoxia política reinante, pasarse a la resistencia, la presión policial de los que fueran sus compañeros de faena, un trepa que trata de medrar a costa de su caída (o sea, expresa la emoción de la ambición, al loro), el desagradable desenlace, en el cual Preston tumba un régimen en apariencia inamovible, pero cuyos cimientos eran de cartón piedra. La necesidad de dar ilusión/victoria/esperanza al espectador.

Un trepa que pretende hacerse leyenda urbana a costa
del pellejo de Preston. Su ambición, ¿no es una
emoción que debería estar erradicada en este lugar?
Todos sabemos que ese tipo de dictaduras no caen de inmediato; y, a veces, sustituyen a unos cabrones otros aún peores.

La película, con extravagantes tiroteos estilo THE MATRIX (otra fuente), falla en que: para eliminar toda posibilidad de disidencia, y dado que les hacen consumir un producto que ahoga las emociones, ¿por qué no le incluyen una enzima, o qué sé yo que, además, haga que amen al Gran Hermano incondicionalmente? ¿Los someta sin remedio? ¿Quién iba a saberlo? ¿E impedirlo? Les haría por completo adictos a las consignas arrojadas por las omnipresentes telepantallas.

No sólo truenn las Berettas salvajes; también emplean
katanas desbocadas de las que Preston se muestra un
virtuoso que no veas
Acabo de cargarme, con este sencillo razonamiento, una película que no perseguiría la dramática batalla del individuo contra el Estado totalitario sin necesidad de coreografías exageradas de los tiroteos de cualquier película de JOHN WOO, sino la coreografía exagerada de los tiroteos de cualquier película de John Woo y unos trajes de sectarios tela de chulos, un poco barrocos algunos, bastante JUDGE DREDD otros.

Ocio puro, con un vago segmento de trama psicológica para aparentar sustancia ante la crítica puntillosa. Pasas el rato, y a otra cosa.

viernes, 15 de julio de 2016

CIVIL WAR (CÓMIC) — PUES…

Vigorosa portada diseñada para atraer
nuestra atención. Lo logra
Presentado como suceso trascendental dentro de los soportes de MARVEL COMICS, su lectura ponderada muestra más ‘inconvenientes’ que ventajas. Que atractivo, es, pese a que MARK MILLAR ‘refresque’ los elementos presentados por MARK WAID en KINGDOM COME (apenas lo disimula). Se aprecia, asimismo, que la narración adolece del defecto de haberse diversificado en considerable número de ‘licencias’ que han desarrollado, a su vez, acontecimientos que se reflejan, de un modo u otro, en el tronco principal del relato.

Puede leerse estupendamente sin los añadidos, desde luego; pero la sensación de haber perdido un detalle que ayuda a engrandecer Civil War es persistente. Es jugarreta mercantil que tiende insidiosas redes obviando que: no todos estamos montados en el $, como tampoco podemos gastar parte del salario adquiriendo esas ‘ramificaciones’; es fea esta voracidad comercial, implacable con los lectores. Que tampoco desean comprar números de colecciones que desprecian/le resultan indiferentes, como X-MEN, por ejemplo. No son tantos los que desean conocer sus penurias muties. Pero fuerzan a gastar en su añadido sólo para enterarte que, en la página quince, sucedió algo que se cuenta, sesgado, en el tomo recopilatorio.

Un luctuoso suceso pondrá en marcha acciones que
revolucionarán y cuestionará conductas tradicionales
Los nuevos narradores, he comentado anteriormente, adolecen de una tendencia al texto lacónico contagiosa. Es cierto que el exceso de STAN LEE y seguidores, llenando la plancha de innecesarios cartuchos de texto, podía ser molesto. Pero hemos pasado de eso, al telegrama. La aristada historia es tan inmensa, las emociones que se producen tan vastas/devastadoras, que necesitan más diálogo del que Millar ha prestado a los personajes para contarnos su drama. Lo que más me ha irritado de esta colosal producción coral es cuán extremo cicatero fue Millar con las repercusiones, o su reflejo, de los hechos en estos superhéroes.

Claro, están los ‘agregados’ de esas otras colecciones para completar la enormidad del suceso. Y luego, destaco ese juego ‘perverso’ que tanto Marvel como DC COMICS están trayéndose: copiar o imitar ideas poderosas dándoles su regusto doméstico. Por sí mismos, ¿no tienen qué contar, con independencia de qué haga la competencia?

Acontecimientos de esta trascendencia luego
carecen del debido eco en el transcurso de la
importante historia
Además, había que dar ¡caña! Eso precisa de espacio, también. Un cómic que presume de acción, y más de una editorial que ha marcado estilo, no puede eludirla. Lo malo es que, al ser tantos, tan poderosos, la acción quedó tan repartida que no acaba de satisfacer. Es lo nefasto de las obras grupales. Evitar centrar el “debate físico” en sus pesos pesados, como indica la lógica, empero perjudica la aparición de personajes que tienen su relevancia. Civil War, per se, requería más números de los que presenta. Y viñetas por página, incluso.

Este TONY STARK se hace antipático; dista mucho del que ROBERT DOWNING, JR, ha interpretado. Lo dibujan como un benefactor de la humanidad cuyo plan parte desde un despiadado ángulo mercantil, desluciendo su generosidad. Pero el espíritu antisistema que más o menos todos abrigamos, simpatiza con la individualista postura (este es el auténtico meollo de la saga: cómo lo colectivo/corporativo/oficial aplasta al sujeto, negándole espacio crítico) de CAPTAIN AMERICA. Su brillante frase: ¿Nos dirá Washington quiénes son los supervillanos?, lo aclara todo.

Los desengañados desertores pagan
caro el cambio de bando
Los superhéroes pasarían de ser centinelas voluntarios del bien y la paz a un organismo imperialista americano de represión global, siervos de las políticas antiterroristas (a la carta) del presidente GEORGE W. BUSH y los intereses económicos de los lobbys que le avalaban. Un auténtico superhéroe, no comulga con eso.

Significativa ausencia la de supervillanos como DR. DOOM. ¡Para él, la disidencia es un regalo! Asaltaría Norteamérica sin piedad, sometiéndola bien pronto. Sin embargo, como la actitud disidente de NAMOR (su intervención puede entenderse un acto de guerra), o no aparece, o se disipa en apenas nada. Detalle chusco es la derrota del MUERTEBOT, pues implica, sola, la declaración de guerra contra EE.UU. Pero Millar no contempla esas consideraciones. Tanto TANTO que contar para, al final…

martes, 12 de julio de 2016

SOGUETTO: CORRECCIÓN DE LAS GALERADAS — MI PRÓXIMA NOVELA PUBLICADA POR TRISKEL

Esta es mi preferida; pero el editor se
 fijó en distinto boceto.Ya veremos.

Tampoco es cuestión que me inquiete
¡¡Buena noticia!! Estoy inmerso en las primeras correcciones de las galeradas de mi próxima novela (¡en papel!) titulada Soguetto, un relato hard boiled tribalpunk duro, violento, desgarrador, con enorme carga social actual. Esta tarea hace que actualice de tarde en tarde. Ciertas cosas se hacen prioritarias.

Está siendo una experiencia tela de interesante, e instructiva, esto de las correcciones. Especialmente, porque permite apreciar cómo otras personas ven/valoran tu trabajo, y resaltan qué defectos obvias debido a que estás tan embebido en la obra, sin otros ángulos o perspectivas referenciales, que pierdes... sí, ajá, la perspectiva. Y, recordándolo, procuras hacerlo aún mejor la próxima vez.

Ganas experiencia, habilidad, hasta agilidad.

También me complace comunicar que mis nuevos editores, de Triskel, han mostrado gran entusiasmo por la novela. ¡Señal de que he realizado un buen trabajo! Y, como viene siendo mi costumbre, me he permitido sugerirles una portada, dibujando distintos bocetos. El que exhibo podría ser la cubierta definitiva. Podría. Igual yerro. Pasa muchas veces que eligen otra. E incluso, una radicalmente distinta a la imaginada. Da igual. Se convierte en curiosa anécdota.

El título está previsto aparezca hacia Navidades. ¡Óptima fecha de ventas!

martes, 5 de julio de 2016

LA CAÍDA DE BABILONIA – CIUDAD DE ANUBIS/2 — ¡A LA VENTA!

La sarcástica portada. Pero tiene su punto.
Rompe con las demás dedicadas al tema
Está disponible la continuación de La caída de Babilonia – Ciudad de Anubis/1, epopeya sardónica sobre zombis. No podía, empero, construir otra descerebrada obra más sobre el tema. Imposible. Ni quería añadir otro ladrillo al muro en que se presenta a tanta pestilente carne podrida triunfando sobre un mundo donde los Hombres se las han ingeniado para construir unas armas de destrucción masiva que luego, ¡asombrosamente!, son incapaces de disparar contra esta carroña ambulante. Esto debía tener contenido.

No creo que precisemos núcleos para borrarlos del mapa. Pero suelen mostrarnos imágenes de bombardeos sobre manglares vietnamitas con napalm que arrasaba que era una barbaridad. Como reseño, ¡curiosamente!, cuando las tropas se enfrentan a los zombis, parecen emplear escopetas de feria de bailes del 4.5mm. para tumbarlos.

No hay blindados, cazas, helicópteros Trueno Azul con esas Gatlin que disparan millones de balas por segundo… Nada. Un grupito de cariacontecidos mugrientos/harapientos-hambrientos y hordas Hordas HORDAS de invencibles zombis. Los primeros intentando granjearse nuestra simpatía con la descarnada narración de sus penalidades… y la psicosis desconfiada que la acompaña.

Cubierta primera entrega. Tanto la Ciudad
de Anubis, como su entorno, tienen miga.
Poco apta para cardíacos
No es Sociedad sana la que dedica tanto espacio a algo tan repelente, ¡ensalzándolo! tal como ha hecho. No niego su cuota de mercado, espacio de ocio, para dar un poco de variedad a una parrilla televisiva que vaya del sota, caballo, rey del CSI:Sus Cojones, o series similares. (Hay sitcoms que pegan bocados.) Es que no veo ni normal, ni salubre, qué ¡encumbramiento! se les ha proporcionado, por Dios, a los zombis.

Mi narración, dura, incisiva, escrita con nervio particular, no con ese insípido formato de moda que llena las estanterías de best-sellers que, sólo por ese detalle de la nula neutralidad de su estilo escrito, deberían pasar inadvertidos, critica los aspectos más negativos del “género zombi” sin olvidar, ¡como debe ser!, el relato en sí. La construcción de creíbles escenarios en lo increíble del avatar, los personajes que se ganan tu afecto y manifiestan personalidad, carácter, como la prosa que les describe.

Acción, parodia, aventura, crítica… ¿puede pedirse más? Ánimo: ¡aún queda otro episodio! La explosiva conclusión. Y, como en todos los relatos que se respeten: una revelación pasmosa.

En Amazon:
y aquí.