lunes, 1 de enero de 2018

PRIMERA SEMANA DE LA HISTORIETA EN SEVILLA — VIGÉSIMO ANIVERSARIO

Simpático tríptico sobre el
evento. ÁNGEL CORDERO
al dibujo; ANTONIO
SANTOS al texto
En aquellos entonces, cuatro visionarios, llenos de un irrefrenable impulso juvenil y una desbordante creatividad, se atrevieron a hacer lo que otros colectivos de la ciudad, en sus cónclaves ceremoniosos, sólo soñaban. Realizamos (yo fui uno de esos pioneros) la Primera Semana de la Historieta, evento que resultó maratoniano de hacer y luego desarrollar in situ, y que generó dos grandes consecuencias:

A)    Fue un éxito. Tanto de público como de participación,
B)    Abrimos la senda a mediocres que malamente nos imitaron.

Ocurrió que esta populosa iniciativa, lanzada a los cuatro vientos que recorren el alto cielo, topó con obstáculos masivos, estilo la Roca Tarpeya. Uno fue la cicatera financiación estatal. Con lo poco empero que dispusimos, hicimos más de lo que nadie esperaba. Aun nosotros. Otra dificultad fue que los colectivos aludidos antes no aceptaron nada bien el que cuatro de fuera de su órbita de cónclaves solemnes hiciesen lo que ellos pretendían, demorándolo sin embargo sine die.

Porque eso les ponía. Lo digo con total conocimiento, pues participamos en aquellas movidas. Sentarse, discutir, plantear trabas… no buscar soluciones… posponer para la siguiente sesión la iniciación del discutido proyecto. Una vez tras otra Tras Otra TRAS OTRA. Y así los meses (meses) pasaban como la brisa por los resquicios de las puertas de madera vieja.

Se presentó no obstante, de total chamba, la oportunidad de hacer el evento. ¿Íbamos a desperdiciarla? ¡Un rotundo NO moderano de acero nuevo! Desde un primer momento (no creáis a esos embusteros calumniadores) ofrecimos participar a los colectivos aludidos, que lo rechazaron sobre todo por la soberbia de quererlo hacer a su estilo; léase: tras largas deliberaciones concéntricas que postergaban las soluciones a sesiones ulteriores, amén.

Ya que estamos, aprovecho para hacer esta
sutil promo sobre
BIANCA BLAZE
Envidiaron nuestro arrojo; intentaron boicotear el evento, que para su frustración fue un éxito; cuando finalmente tuvieron la ocasión (contando aun con medios que nosotros sólo soñábamos), crearon algo macilento, torpe, que exhibía, con desnuda fuerza, la potencia de su impotencia mediocre. El presupuesto elevado apenas disimulaba la falla.

Nosotros lo hicimos antes, hace veinte años (este 2018 hoy estrenado), con una energía que nuestra “competencia” ya quisiera haber tenido. Para mí, queda patente lo mínimo-nimio de su trabajo, teñido de un desamable regusto político al que no voy a referirme, qué deslucido quedó cuanto hicieron. Y tampoco mentaré al Gran Colectivo del Estudio Histórico de la Historieta, que en vez de celebrar el que aquí existiera algo que a ellos tanto les atañe, decidan ignorarlo.

No puedo, imitando a otros eventos, obviar la efemérides (el vigésimo aniversario) sin recordarla. Especialmente por el colosal esfuerzo de su realización. Nosotros lo hicimos antes. Y, eso, esta panda de celosos que nos han seguido NO PUEDEN evitar reconocerlo de ningún modo.